Bienvenidos a éste rinconcito sevillano y cofrade en el ancho mundo de Internet. Desde las almenas de la vieja muralla del arrabal macareno, éste habitante de la vieja Híspalis desgrana sus sentimientos, abre su corazón y comparte con todos aquellos amigos que quieran visitarme cosas, momentos y recuerdos vividos a lo largo de mi sin par existencia... Sed todos bienvenidos

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Ahora que todo ha pasado...

Ahora que ya todo ha pasado es el momento de darte las gracias. El día de tu Natividad se fue, y con el, otro septiembre mas que se inicia postrándonos a Tus plantas y encomendándote el nuevo curso que comienza. Otro retorno del verano que depositamos en Tus manos. Porque septiembre es el mes de la Virgen. Si con los primeros rayos de aurora se inicia un nuevo día, con su Triduo de Septiembre vuelven a caer las hojas del calendario a un ritmo que nos llevará hasta ese final soñado de cada Semana Santa con Amarguras.

 
La Virgen de la Aurora es el consuelo de aquella señora mayor que visita a su esposo, que no hace mucho se fue buscando la luz eterna de la Resurrección y que espera ese día a sus pies.
 
Es la alegría de chaval que con su cirial o inciensario hace de su amor luz o incienso con el que honrarle y perfumarla.
 
Es la manecilla de un reloj que marca las horas sin fin de la gente de priostía, que nunca tienen hora de salida cuando de montarte altares imposibles se trata.  


 
Es el sufrimiento de su Capataz y sus costaleros cuando ya de vuelta cierra la Semana Santa en aquella chicotá eterna de Amarguras.

Es el desvelo de su Vestidor y sus Camareras, que con cada alfiler dibuja un tocado de ensueño realizado con el cariño más sincero.
 
Es la ilusión de una Juventud que viene pujante, de frente y sin miedo, cada vez más numerosa y con ímpetu renovado, que siempre tendrá en la luz de Su nombre un faro de referencia.
 


Es la responsabilidad de los hombres y mujeres que trabajan por y para su Hermandad, desde dentro o fuera de la Junta de Gobierno.
 
Es aquella señora mayor que pesadamente recorre la calle San Luis con su cesta de la compra en la mano y que se santigua al pasar por su puerta.
 
Es aquel que la vida no trató bien y que busca llamando a puertas lo que en otro momento le sobraba.
 
Es el cordón azul y blanco de las medallas, es la piedra casi milenaria de Santa Marina, es el redoble de Virgen de los Reyes y es corneta cigarrera, es vigilia de Besamanos, es Canto de Septiembre, es hebrea en Cuaresma y de luto en Noviembre, es farolillo de Velá y carro en la Operación Carretilla, es calle San Luis, Padre Manjón y Santa Marina, es el cuadro de tienda pequeña, estampa de cartera, azulejo de cerámica y alegría de su Colegio.

Es la Virgen niña de la Aurora, que ayer celebró su cumpleaños. Dos milenios de luz, dos milenios de Aurora. Cientos, miles de vidas en cualquier rincón del mundo  encomendadas a Ella. Ahora que todo vuelve a comenzar, todo sea por y para ti.

Felicidades Aurora, felicidades Madre.

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