Corría el año 2005 cuando el Sevilla fichó a un delantero africano
enorme traído de la Premier League y que los gurús de la información deportiva
local tacharon de poco goleador, pues su bagaje ofensivo era pobre. Siete años
después, ese grandullón de casi dos metros coge sus maletas hacia China con la
vitola de ser el mejor jugador de la historia del Grande de Andalucía.
Mi primer recuerdo de Kanouté llegó en aquel partido del Centenario ante Brasil… el resto de la película ya la conocemos. De él nunca se me olvidará su gol en el final de Madrid de 2007, o su hat trick al Mafia en la Supercopa de España de ese mismo año.
Siempre fino ante la portería, verlo bajar balones que
venían volando era un placer. Su juego de espaldas a la portería, y su calidad
entre los tres palos le han hecho ingresar, con letras de oro en la historia
del Sevilla FC.
Anoche tuvo lugar su homenaje, dentro de una iniciativa
solidaria. Porque si el Kanouté futbolista es grande, el Kanouté persona es
enorme. Supo inculcar a todos los sevillistas el valor de la solidaridad, y
ayer Sevilla entera se volcó con su Ciudad de los Niños en Sakina (Malí).
Se nos va el jugador, pero permanecerá su leyenda. Cuando yo
sea viejo, y vea como mis hijos y mis nietos van a ver al único y verdadero
equipo de ésta ciudad, les podré decir orgulloso eso de “yo vi jugar a Kanouté”.
Hasta siempre Freddy!!!
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