Hace casi tres semanas que no escribía en el Blog, y eso se
debe a que he pasado unos días algo ajetreados y difíciles. Gracias a Dios
vuelvo a trabajar, el Sevilla ha ganado el derbi y por fin, después de muchos
años, se ha cerrado el sempiterno debate
de la ubicación horaria de mi Hermandad de la Resurrección. En el Cabildo General Extraordinario celebrado
el sábado 17 de octubre los hermanos decidimos mantenernos como hasta ahora,
llenándose Santa Marina de gente que venía a opinar sobre su Hermandad.
El sentimiento unánime era que si nada más que la mitad de
los asistentes participaran en el cortejo de la cofradía en la Estación de
Penitencia, no existiría debate alguno. La mayoría de las intervenciones, en
una u otra dirección, fueron muy enriquecedoras, y todo el que quiso tuvo su
momento de ser escuchado.
Pero ese mismo debate me ha dejado muy tocado personalmente,
y no precisamente por el resultado (como demócrata que soy, acepto lo que la
mayoría decida, aunque no haya salido la opción que yo voté), sino porque en
éstos días he vivido lo que Julio Domínguez Arjona llamó “cainísmo cofrade”.
Estas semanas han sido un auténtico disloque, donde no han
faltado movimientos en redes sociales, llamadas de teléfono, mensajes de
Whatsapp, visitas y cafés, boicots, falacias, MENTIRAS… ¿y todo para qué?
En éstos días, gente con la que has compartido miles de
momentos en mi vida, dándoles lo mejor de mí mismo a nivel personal, me han retirado
el saludo porque soy de la Junta de Gobierno, y no soy “de los suyos” … ¿y todo
para qué?
Lo más doloroso de todo esto es ver cómo puede existir gente
que hacen de la mentira y la manipulación su credo, y son capaces de ejercer de
asustaviejas con tal de que salga lo que el y su grupo de presión quiere… ¿y
todo para qué?
Es muy doloroso ver como gente que cuando ya no tiene un
cargo se dedica a pisotear a los que le han sustituido, aliandose con gente a
la que han criticado, y sin recordar que muchos de los que siguen allí les
sacaron las castañas del fuego en muchos momentos, y lo peor: no conscientes
que la que sufre es la propia Hermandad… ¿y todo para qué?
Por qué hay gente que en ésta casa que es Santa Marina
critica todo lo criticable, sentando cátedra, y luego en sus otras Hermandades
no son capaces siquiera de alzar la voz? ¿Por qué esa misma gente que no ha
doblado la espalda nunca aquí se mata y se desvive en sus otras hermandades Cómo
es posible que haya personas que les escuches hablar y sepan de absolutamente
todo cuanto acontece en Santa Marina… pisando la Casa Hermandad tres días al
año.
Mención especial a mi Hermano Mayor Miguel Ángel Pérez, un
tío de los que se visten por los pies, caballero franco y directo. En alguna
ocasión tuvimos algún roce, pero me ha demostrado qué es ir de frente, el
significado de la palabra HONRADEZ y lo que es querer a una Hermandad.
Para mí lo de menos es el resultado: yo seguiré llevando Su
mensaje de Resurrección cada día, y en su Estación de Penitencia, le seguiré
cuando sea, ahora con mi costal, pero mañana con mi blanca túnica de nazareno…
Y eso es precisamente de lo que la mayoría de los asistentes
a dicho cabildo no saben ni lo que es…
2 comentarios:
Completamente de acuerdo con todo lo que has puesto en este comentario. Ya sabe mi hermandad que aquí me tiene para seguir trabajando por ella, no como otros que prefieren ir criticando y poniendo pegas a todo sin ni siquiera pisar Santa Marina,... pero bueno el tiempo pone a cada uno en su sitio, yo me quedo con lo que tú has dicho.
Cuantas y cuantas veces hemos tenido esta conversación, con otras caras y otros nombre pero lal realidad es siempre la misma hay personas en este mundo que merecen la pena y hay otras que dan pena... un abrazo
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