Bienvenidos a éste rinconcito sevillano y cofrade en el ancho mundo de Internet. Desde las almenas de la vieja muralla del arrabal macareno, éste habitante de la vieja Híspalis desgrana sus sentimientos, abre su corazón y comparte con todos aquellos amigos que quieran visitarme cosas, momentos y recuerdos vividos a lo largo de mi sin par existencia... Sed todos bienvenidos

lunes, 23 de julio de 2012

Pasos y amigos

Ahora que la canícula estival nos deja mas tiempo libre, y mientras llegan esas ansiadas vacaciones, es el momento de reflexionar sobre el curso que se nos va, y sobre lo vivido en un nuevo año de pasos y amigos…

Y es precisamente en la unión de esas dos palabras, pasos y amigos, donde quiero ahondar. Esta Cuaresma, viendo un ensayo bien entrada la noche, tuve una charla con dos costaleros amigos míos sobre un tema que desde que lo hablamos, me hizo fijarme más aún en el motivo de nuestra conversación, y la conclusión que saqué es que este mundo de las trabajaderas me reporta enorme satisfacciones, pero a la vez (al menos para mí), se me hace más asqueroso.

Hago ésta reflexión en voz alta porque en los pocos años que llevo bajo las trabajaderas me he encontrado con situaciones en las que más de una vez me han hecho plantearme por qué estoy en este mundo. Ejemplos tengo varios:
Chavales con los que yo empecé hace más de diez años, trabajando juntos en pasos de gloria y cofradías fin de semana si, fin de semana no, que hoy te saludan cuando ellos quieren (por supuesto mirando por encima del hombro), y más aun si el capataz al que ellos idolatran está cerca.
Costaleros lameculos que presumen de amistad con el capataz, que fardan delante de los más jóvenes prometiéndoles el oro y el moro dejándoles luego en la estacada.
Costaleros pelotas que consiguen un sitio bajo las trabajaderas de ese paso a base de convidás al capataz en el bar, con muchísima ojana.
Costaleros traidores, que según el entorno en el que se mueva pone de vuelta y media al capataz o cuadrilla que sea…
Tocamartillos sin escrúpulos son capaces de dilapidar una labor de años con tal de hacerse con un llamador, llegando incluso a presentar DVDs y candidaturas por escrito…
Cuadrillas que por intereses políticos del caudillo de turno son capaces de reventar Cabildos Generales, siendo inconscientes que a lo que dañan es a su propia Hermandad.
Hermandades que exprimen a sus costaleros con uniformidades, papeletas de sitio, rifas, convivencias…  y costaleros que tragan y pasan por el aro.
Costaleros que se hacen hermanos para sacar una cofradía, costaleros con fecha de caducidad: la del año que dejen de salir…

Y seguro que hay mas ejemplos por ahí. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué se está desvirtuando este mundo que cuando tenía 15 años me fascinaba? ¿Nos estamos cargando la gallina de los huevos de oro? Lo único que sé es que hay amigos con los que empecé, y con los que gracias a Dios sigo sacando pasos, disfrutando con ellos y pasando un poco de todos estos cantamañanas que están echando por tierra el noble oficio de la costalería.

1 comentario:

Pepe_Leon dijo...

Timeo Danaos et dona ferentes