Bienvenidos a éste rinconcito sevillano y cofrade en el ancho mundo de Internet. Desde las almenas de la vieja muralla del arrabal macareno, éste habitante de la vieja Híspalis desgrana sus sentimientos, abre su corazón y comparte con todos aquellos amigos que quieran visitarme cosas, momentos y recuerdos vividos a lo largo de mi sin par existencia... Sed todos bienvenidos

domingo, 22 de junio de 2014

A mi amigo Fran

Parece que fue ayer cuando lo conocí. Alto, rubio y todo el día con su Virgen de la Piedad en la boca. Nos presentaron y desde ese preciso instante en la Facultad de Bellas Artes surgió una amistad que dura ya bastantes años.


Él me descubrió su pueblo de Albaida, sus tradiciones, su Hermandad de Vera+Cruz. Con él entendí que había Semana Santa más allá de la SE-30, y su gente me enseñó lo que es la entrega y amor a unos Titulares y a su Hermandad. Sus amigos me acogieron como uno más a pesar de ser forastero, y qué decir de su familia, cuya casa siempre es la mía no sólo en Festividad, sino en cualquier momento.
 
Él también me enseñó a querer a esa bendita devoción que habita en las Rocinas, y de su mano viví aquello que se siente y se reza con los botos llenos de arena del camino. Gracias a él sentí la dicha y la alegría de empezar una Hermandad casi desde cero, con todos los sinsabores y alegrías que eso conlleva.
Nunca ha faltado a la llamada de su Hermandad de la Resurrección, cuya Virgen de la Aurora le había enamorado muchos años antes de conocernos. Hacerse hermano no fue mas que un mero trámite de un aurorista convencido que ha dejado lo mejor de sí mismo en las innumerables obras con las que cuenta la Resurrección.


 
Como toda relación entre seres humanos,  nuestra amistad ha pasado por épocas mejores y peores, pero él siempre ha estado ahí. A pesar de todo, la distancia nunca ha sido un impedimento. Los veinte kilómetros que separan Albaida de la calle San Luis han sido milímetros cuando me ha hecho falta. Siempre una llamada, un Whatsapp, un mensaje… nunca ha faltado, y sólo pido a Dios que nunca me falten.
El viernes se graduó. Por fin cumplió su sueño de ser Licenciado en Bellas Artes (que no ARTISTA, que lo es desde que nació). Mañana cumple años y hoy ha presentado en Santa Marina una obra que para mí, además del significado que tiene, es muy especial, porque ha salido de las manos de mi amigo Francisco José García Rodríguez. No faltó a su Hermandad de la Resurrección, dejando un cartel de las Fiestas de Santa Marina que ha gustado muchísimo y causado una grata impresión.


 
Pasan los años, vamos creciendo y cambiando, pero nuestra amistad permanece. Algunas veces mejor, otras peor, pero siempre la Virgen de la Piedad la cuidará. Por muy negra que sea la noche, al final siempre llega la Aurora.
Amigo, hermano , ARTISTA… muchas gracias por estar en mi vida y muchas felicidades!

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