Como bien habéis adivinado nada más leer el post que colgué ayer (y por si alguno aun sigue creyéndolo escribo este) lo de la concesión de la beca para mis estudios priostiles en Roma corresponde a una sana broma con motivo del 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes.
A todos aquellos que me han llamado, muchas gracias, y a todos aquellos que por un momento me vieron montando un Quinario en San Pedro del Vaticano, más gracias aún.
Os quiero!
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