El 11 de marzo es un día que los españoles recordamos tristemente por aquellos atentados de Madrid de 2004 que cambiaron el curso de nuestra historia… Sin embargo, para mí el 11 de marzo tiene una connotación más cercana y alegre. Es un buen momento para retomar la sección “Mi gente”… y quién mejor que uno de los miembros de la cuadrilla de mis mejores amigos… Porque éste amigo mío es de todo: costalero, sevillista, acólito en la Catedral, aspirante a fisioterapeuta, relaciones públicas del local de moda en Sevilla, guapito del grupo, futuro Diputado de Cultos, fashion victim… pero sobre todo es mi amigo, y de los mejores.
A éste amigo mío lo conocí yo correteando por el Patio de los Naranjos, y fue en Santa Marina donde me ganó para siempre con su nobleza y su enorme corazón. Conocerle es conocer a un tío íntegro, fiel a su palabra y a sus principios, amigo de sus amigos, de los que siempre está ahí, de los que nunca falla por mucho que la cosa sea jodida.
Cofrade hasta la médula, ya se ponía un costal con cuatro años y daba vueltas a su casa con una silla en la cabeza… quién le iba a decir a él entonces que años más tarde que convertiría en una gran costalero, paseando su afición y devoción por Sevilla bajo el transatlántico de San Martín o la Piedad del Viernes Santo… le quedan algunas espinitas clavadas, pero el sabe que mas pronto que tarde será los pies del Señor de Sevilla…
Además, como yo, es sevillista desde la cuna, y pasea con orgullo el escudo del más grande de Andalucía. Forjado a base de sufrimientos, el sabe de títulos en Madrid y Barcelona, pero también conoce las hieles del Isla Cristina… sentados juntos desde hace muchos años en la Tribuna Alta de Fondo de la Fábrica de Sueños de Nervión, comparto junto a mi amigo esa pasión por el equipo que nunca se rinde.
Pero si hay algo que nos une de verdad, además de una amistad a prueba de bombas que ha resistido de todo, es Él. Nuestro sueño de la infancia ya lo cumplimos: dejar la blanca túnica de cíngulo azul y pasear al Señor de la Verdad y la Vida. Debajo de nuestro Cristo (mejor dicho, debajo del Ángel), mi amigo y yo, junto a más amigos, cerramos la Semana Santa de Sevilla…
¿Y por qué os hablo de mi amigo? Porque hoy 11 de marzo es su cumpleaños. Desde éste rinconcito, y aunque ya te las haya dado en persona, quiero deseare muchas felicidades Javi Ruda. Sé siempre el tío que eres y que te ha granjeado la amistad de cuanto te rodean. Que nunca te falte esa sonrisa de guapito que las vuelve locas y que pase lo que pase, sigamos juntos como mínimo otros 23 años.
Te quiero hermano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario