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jueves, 3 de octubre de 2013

El Papa Francisco

No estamos quizás acostumbrados a que el máximo mandatario de la Iglesia dé muestras de acercamiento a la realidad. Por desgracia, nos hemos acostumbrado a ver al representante de Dios en la tierra como una imagen del pasado, no ya solo por el contenido de sus mensajes, sino por todo lo que le rodea … Pero ésta tendencia parece que por fin está cambiando.
 
 
 Los que me conocen alguna vez me habrán escuchado decir que cada vez creo más en Dios, y menos en la Iglesia. También me habrán oído decir que para mí existen dos tipos de Iglesia: la minoritaria (formada por la curia y toda su parafernalia), y la mayoritaria (compuesta por gente humilde que trabaja por los demás. Con la primera no me siento identificado, ya que son de todo menos ejemplo de Cristo: obispos que viajan en lujosos coches, que se hacen trajes a medidas o tienen reuniones en modernísimas instalaciones. De la segunda es de la que realmente me siento orgulloso: hombres (sacerdotes o no) y mujeres que trabajan con los más pobres y humildes en cualquier rincón del planeta, sin distinguir siquiera raza o religión… Y en esa línea, con los que menos tienen, ahí está nuestro Papa Francisco.
 
 
Él es el Papa de la humildad, y nada más ser proclamado Sucesor de Pedro comenzó a dar muestras de ello. Renunció a la Cruz de oro, se subió al autobús con el resto de cardenales y pagó la estancia de su bolsillo. Nada de tronos de oro dorado ni Martinellis rojos a medida. El papamovil al garaje para conducir él mismo un Ford Focus (tengo el mismo coche que el Papa!!!).
Estos pequeños detalles que desconciertan a la seguridad del Vaticano son los que hacen que miles de ovejas separadas del rebaño estén acercándose de nuevo al seno del catolicismo. Bergoglio está dispuesto a hacer una limpieza total, acabar con privilegios y prebendas y volver al espíritu humilde del Pescador. La empresa ni es fácil ni corta. Puede tardar años, y quizás mucho de lo que tiene en mente no pueda llevarlo a cabo, pero los pasos dados hasta ahora son muy significativos. Está dispuesto incluso a tocar temas sensibles en los que la Iglesia tiene una actitud totalmente retrógrada mantenida durante siglos por el Vaticano, lo que ha hecho que miles de católicos se sientan desengañados por los que se suponen deben dar ejemplo del mensaje de Cristo…
 
Pero no debemos dejarnos llevar ni por las prisas y crearnos falsas expectativas. La Iglesia es una institución milenaria de gran poder, y cualquier decisión que se tome tiene repercusión mundial. Es precisamente su dilatada trayectoria y su anquilosamiento ancestral lo que lastra su progresión. Hay quien aprovechará el momento para presentarnos a Francisco I como un revolucionario que removerá los cimientos de la Iglesia, incluso atribuyéndole ideologías políticas… cuando la única ideología de un cristiano es ayudar y amar al prójimo (no caben por tanto ni derechas ni izquierdas ni centros).
Francisco pondrá orden en temas delicados , y lo hará como hay que hacerlo: desde dentro. Y lo primero que va a hacer es limpieza en la Curia Vaticana. Se le acabó el cuento a cardenales que mas que príncipes de la Iglesia son empresarios. Y con esto Francisco me ha ganado del todo.
 
Santo Padre, he aquí un ferviente creyente en Dios nuestro Señor, en Jesucristo su Hijo y en su bendita Madre la Virgen. Siga en ese camino emprendido. Detrás suya hay millones de seres humanos (religiosos o no) que le apoyan y que le seguirán. Prosiga la labor reformista de Juan Pablo II y haga lo que tenga que hacer para que cuando recemos esa parte del Credo que dice Creo en la Iglesia, que es una Santa, Apostólica y Romana lo hagamos con plena convicción y no por mera tradición.

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