Bienvenidos a éste rinconcito sevillano y cofrade en el ancho mundo de Internet. Desde las almenas de la vieja muralla del arrabal macareno, éste habitante de la vieja Híspalis desgrana sus sentimientos, abre su corazón y comparte con todos aquellos amigos que quieran visitarme cosas, momentos y recuerdos vividos a lo largo de mi sin par existencia... Sed todos bienvenidos

miércoles, 25 de enero de 2012

Lugares de mi Sevilla: Plaza de España

Pisándole un poquito la temática del blog de mis buenos amigos Joaquín Corchero y su señora Pilar, inauguro una nueva sección en éste rinconcito de Internet que se llama "Rincones de mi Sevilla". Con ello pretendo mostraros aquellas esquinas o lugares mágicos de la ciudad donde tengo el privilegio de vivir... y qué mejor lugar que empezar con el mayor monumento moderno de Sevilla y primitivo lugar de la coronación canónica de la Esperanza Macarena...


La Plaza de España es el proyecto más emblemático de la Exposición Iberoamericana del año 1929, y fue proyectada por el arquitecto sevillano Aníbal González. Las obras de construcción comenzaron en el año 1914, resultando el proyecto más ambicioso y costoso de la Exposición.

La plaza tiene 200 metros de diámetro y forma semielíptica, teniendo una superficie total es de 50.000 metros cuadrados, de los que 19.000 están edificados y los 31.000 restantes son espacio libre. Está bordeada por un canal que recorre 515 metros y es atravesado por cuatro puentes. Los edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central, alas con edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y torres en los extremos. La construcción está realizada con ladrillo visto y amplia decoración de cerámica, artesonados, hierro forjado y repujado y mármol labrado, que dan al conjunto un ambiente renacentista. Las dos torres que flanquean la plaza miden 74 metros de altura.


En los últimos años, la plaza de España ha sufrido un importante proceso de restauración que finalizó el pasado 17 de octubre de 2010. Con estas actuaciones se pretendió recobrar la imagen con la que fue concebida por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929, incluyendo la recuperación de veinte farolas de cerámica y de fundición que, imitando a las que entonces formaron parte de la plaza y que luego desaparecieron, jalonan de nuevo sus balaustradas. Así mismo, se recuperó la ría con su llenado e instalaron sobre ella sus tradicionales barcas de alquiler.






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