Bienvenidos a éste rinconcito sevillano y cofrade en el ancho mundo de Internet. Desde las almenas de la vieja muralla del arrabal macareno, éste habitante de la vieja Híspalis desgrana sus sentimientos, abre su corazón y comparte con todos aquellos amigos que quieran visitarme cosas, momentos y recuerdos vividos a lo largo de mi sin par existencia... Sed todos bienvenidos

miércoles, 11 de abril de 2012

Resumen de la Semana Santa (I): Vivencias

Han pasado varios días desde que terminó la Semana Santa, y por lo tanto, que escribí por última vez en mi blog. He querido dejar un tiempo para saborear y recordar desde la nostalgia los momentos buenos y malos vividos en esos nueve días. Son tantas y tantas las vivencias que recuerdo y que quiero plasmar en unas líneas que no sé por dónde comenzar… Pero qué mejor modo de titular éste primer post de resumen de la Semana Santa que “Vivencias”…

Cada Semana Santa que vivimos es diferente, y nunca se parece a ninguna de las anteriores. Aunque continuemos tradiciones que desde pequeños llevamos a cabo, siempre hay algo nuevo, algo que descubrimos cuando menos lo esperamos y que la hace diferente. Y esto me ha ocurrido a mí éste año, y en más de una ocasión.
Ha sido una Semana Santa en la que he vuelto a recordar lo que se siente cuando una hermandad en la que salgo se queda dentro (no pudo ser en las Penas el Lunes Santo). He vuelto a mi infancia viendo a la Macarena por la calle Feria, a la altura de Casa Tejera. He revivido el pellizco de la incertidumbre de retrasar la hora de salida por causa de la lluvia (al final pudo ser el Martes Santo en Puente Genil). He vuelto a vivir una Semana Santa al lado de esa persona que tanto me dio y tanto me quiere…

 

Pero también ha habido cosas nuevas, como esa experiencia de tocar el martillo de un paso de palio. Gracias a mi amigo José Luis Álvarez Gaitica y a su grupo de capataces pude vivir la emoción de tocar el martillo de un paso y elevar al cielo a la Reina del Martes Santo en Puente Genil. Cuando ves como el esfuerzo costalero levanta un paso a una orden tuya, y miras como se trabaja bajo la parihuela a la que vas mandando  con tu voz, yo personalmente sentí que me comía el mundo…


Nueva experiencia también la de llevar un zanco, el Miércoles Santo y bajo el Santo Cristo de Burgos. Pelea dura e invisible (parece que los trabajos que se realizan en los pasos de negro son más fáciles que en los pasos con música) pero muy gratificante. Rodeado de buenos amigos debajo y con capataces de la categoría humana de Joaquín Rivas y Ernesto Sanguino es todo muy sencillo. El beso que las mujeres mayores me daban en la mano que agarraba al zanco cuando el Señor pasaba no hace sino que me sienta orgullosísimo de ser los pies de ese Señor que muere en la Cruz.
 

Cómo olvidar el orgullo de ser crucero de Albaida en la mañana de Viernes Santo, reviviendo una fe y una devoción anclada en ese pueblo desde hace casi CUATRO siglos. Es una mañana de capirotes verdes, mantillas negras... y de PIEDAD. Qué hermoso nombre para la Emperatriz de los Cielos y reina del Aljarafe sevillano. Una Hermandad, un pueblo y una familia la que tengo yo en Albaida del Aljarafe, cita ineludible de cada mañana de Viernes Santo...


Son algunas de miles las vivencias que he sentido ésta Semana Santa y que culminan en la mayor de todas, en las que siento en la mañana más bonita del año, la del Domingo de Resurrección... pero eso lo dejo para otro post....

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