Me han encantado ver como desde los más pequeños hasta los más mayores, desde la Junta de Gobierno al Coro, hombres, mujeres y niños han demostrado una vez más que la Resurrección, como su principal Titular, es una Hermandad llena de VIDA.
De éste #rocioresu2011 (el hastag de Twitter ha sido todo un éxito) me quedo con varias cosas: lo primero la vuelta de mucha gente que por una razón u otra había dejado de venir, sobre todo de muchos miembros de la Juventud, aunque bien es cierto que hay otros que esperemos que al año que nos acompañen.
Y por supuesto como no, hoy me ha vuelto a demostrar mi Hermandad que su mejor patrimonio son sus Hermanos, con MAYÚSCULAS. Hoy es de esos días en los que me siento orgullosísimo de haber ingresado en ella. Me habréis visto besar una y otra vez mi medalla o mi colgante, y repartir besos y abrazos a todo el mundo. Pero lo cierto y verdad es que la gente de la Resu, mis Hermanos de la Hermandad, hoy han hecho que se me saltaran las lágrimas otro año más.
Y es que no puedo estar más de acuerdo con ese grito ultra surgido éste año: “lololololololololo…. Soy de Santa Marina…. De la Resurrección”
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